Popu-Ñetas

Brazos caídos tras las rejas

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martes, 22 de agosto de 2006

Francisco Rodríguez-Burns PRIMERA HORA

Paro indefinido de confinados.

El aparente incumplimiento de acuerdos concretados entre el secretario de Corrección y Rehabilitación, Miguel Pereira, y la Asociación Pro Derecho del Confinado, mejor conocida como los ñetas, desembocó ayer en un paro pacífico que persigue desestabilizar el sistema penal.

El obispo pentecostal Ángel Marcial indicó que él facilitó el encuentro en que aparentemente se dieron los acuerdos entre los líderes de los ñetas y Pereira, en marzo del año pasado en el Complejo Correccional Las Cucharas. Según el obispo, el funcionario se comprometió a darle seguimiento a unas solicitudes de la agrupación, que giraban en torno a los cotejos de visitantes, la disponibilidad de artículos en las comisarías y la calidad de los alimentos.

Pero, los ñetas madrugaron ayer a las autoridades carcelarias con un paro indefinido de "brazos caídos", protagonizado aparentemente por cerca de la mitad de la población penal, compuesta por unos 15,000 confinados.

"Había una molestia fuerte (de los presos) y me encargué de invitar a Pereira para que ellos se reunieran. Los confinados querían ser escuchados. Entendía que éste era un proceso saludable", indicó Marcial, al subrayar que cerca de 800 capellanes de diferentes denominaciones visitan las cárceles.

No habrá reunión... pero la hubo

Pese a que en repetidas ocasiones Pereira ha indicado que no se reunirá ni negociará con ninguna pandilla carcelaria, el funcionario sí confirmó en una entrevista radial que se reunió en privado con representantes de la organización de presos tras el primer paro de este tipo decretado el 18 de mayo, que se extendió por 29 días.

"Estoy preocupado por la situación, pero está todo bien... no hay ninguna necesidad para esto", sostuvo Pereira al indicar que la huelga obedece a la solicitud de privilegios que podrían debilitar las medidas de seguridad establecidas para impedir la entrada de drogas, entre otros artículos ilegales, como cuchillos y celulares.

La manifestación, según otra fuente dentro de Corrección, estaría relacionada también con un respaldo condicionado de la organización de presos a la candidatura de Aníbal Acevedo Vilá para la Gobernación a cambio del reemplazo de Pereira y de cotejos más laxos.

Corrección, en un comunicado de prensa, indicó que el paro de los ñetas se circunscribía a dos instituciones de Bayamón, el campamento de mínima seguridad El Zarzal, la institución de máxima seguridad Las Malvinas, en Río Piedras, la Institución Guayama 1000, así como otras instalaciones del complejo correccional de Las Cucharas, en Ponce. No obstante, el grupo asegura que los reos en todas las instituciones estaban participando. Hasta el atardecer de ayer, los confinados se negaban a recibir los servicios de Corrección, aunque sí aceptaron comer y acudir a sus citas médicas, al igual que a las audiencias judiciales.

Como los días de visita en las instituciones penales son de martes a sábado o domingo, sólo los familiares que tenían citas pendientes con los trabajadores sociales enfrentaron largas colas para entrar en las instalaciones en las que los confinados participaron del paro.

Ayer, frente al complejo correccional de Bayamón, la esposa de un custodio se quejó de las restricciones impuestas por la agencia para poder ver a su marido.

"Llevo dos semanas sin verlo y es porque todavía no han terminado con todo el papeleo", indicó María Vázquez.

Denuncian prácticas indebidas

En un comunicado de prensa, la agrupación de presos alegó que Corrección no provee suficientes programas de rehabilitación como alega y que las mujeres son sometidas a registros corporales en presencia de custodios varones.

Advirtió que Corrección mezcla a confinados de diferentes bandos, lo que aumenta las probabilidades de muertes por violencia, y denunció que se les ha restringido a los familiares traer artículos a los penales.

"(Desde el primer paro) lo que ha hecho (Pereira) es amedrentarnos mediante un reglamento arbitrario e ilegal, diseñado para radicar querellas disciplinarias sin justa causa, provocando que muchos confinados sean descalificados para beneficiarse de algún programa de desvío", indicó a través del escrito "el líder máximo de la organización", cuyo nombre no aparece.

Según el "líder", los confinados también enfrentan "sanciones colectivas, que incluyen cero visitas de los familiares, venta de comisaría y trancados en su área de vivienda... por el hecho de gritar la consigna 'ñetas' o porque hayan ocupado algún objeto que entienden es ilegal".

Por su parte, la activista Trina Rivera de Ríos, defensora de los derechos de los confinados, indicó que Pereira ha limitado las posibilidades de rehabilitación de la población penal y castiga a los confinados.

"El Secretario siempre tiene la responsabilidad ministerial, ciudadana y profesional de atender los derechos, los programas y los servicios de rehabilitación de toda la matrícula. Pereira rechazó esta responsabilidad desde su nombramiento", indicó.