Fuera Cifuentes

Álvaro Cifuentes, ex secretario de la Gobernación de Puerto Rico bajo Pedro Rosselló, renunció forzosamente a la presidencia del Caucus Hispano del Partido Demócrata, en respuesta a una solicitud del jefe de esa colectividad estadounidense, Howard Dean. Esta salida se da en medio de un confuso incidente que tuvo Cifuentes con el afroamericano Matt Duggent, director de la oficina de Dean, donde hubo acusaciones de racismo por este último a Cifuentes. Dicho encontronazo casi termina en pelea. El incidente se produjo cuando Cifuentes le dijo a Duggent “Mira muchachito” (look boy). Esta expresión puede resultar ofensiva para los afroamericanos ya que la misma les recuerda los tiempo de la esclavitud. Hay que recordar que las relaciones entre Dean y Cifuentas no eran del todo buenas. Cifuentes abandono a Dean en el 2004 cuando su campaña presidencial comenzó a hundirse. Desde ese momento el líder de los demócratas lo dejo de ver como una persona de confianza. Hay que añadir que recientemente líderes del Partido Popular Democrático (PPD) pidieron a Dean que investigara un donativo que Cifuentes le hizo al comité de acción política del comisionado residente en Washington, Luís Fortuño, quien está afiliado a los republicanos. En mi opinión la salida de Cifuentes representa un duro golpe para los demócratas del PNP ya que si a este incidente le agregamos el hecho de que hace unas semanas el representante Jorge Colberg propuso que su partido (PPD), quien históricamente tiene lazos con los demócratas, debería llevar a primarias cualquier intento de los demócratas del Partido Nuevo Progresista (PNP) por obtener delegados o mantener el puesto de “delegado nacional” que ha ocupado Kenneth McClintock, la cosa no pinta bien para los estadistas que militan en dicho partido nacional. Actualmente la tendencia ha sido que los populares controlan la jefatura de la colectividad, se dividen los delegados con los estadistas y le dejan al PNP el puesto de “delegado nacional”, que forma parte del comité ejecutivo. Después de los comentarios de Fortuño, quien aseguro que la mayoría de los estadistas eran republicanos (cosa en la que difiero aun cuando soy republicano) no es de extrañarse que los populares utilicen el incidente de Cifuentes para buscar el control total del partido demócrata local. No me extrañaría ver al “mercenario político” de Cifuentes entrar de lleno al equipo político de Fortuño luego de la botada que le han dado los demócratas.