¿Dentro o fuera?

Que alguien me diga porque un puertorriqueño que vive en la Gran Corporación tiene igual o más derechos de los que tengo yo que vivo en esta asquerosa, cochina, abusadora y criminal colonia. No bastando con el tranque que esta teniendo la solución del “status” aquí en la Isla ahora viene ese gran congresista demócrata José Serrano a decir: “Se me hace bien difícil apoyar un proyecto si el 'voto ausente' (el de los nacidos en Puerto Rico que viven en Estados Unidos) está excluido”. Coño, eso quiere decir que lo que opine una persona que no vive ni pasa por todos los abusos que nosotros enfrentamos tiene más peso a la hora de decidir el futuro político de aquí. Si me preguntan a mí si me opongo o no mi respuesta es: claro que me opongo. ¿Porque diablos tienen que participar las personas que no viven aquí?. ¿Y si a esas personas les diera con votar por la jodia colonia?, yo me la tendría que seguir chupando, pero claro, ellos no van a venir para acá. Igual pasaría con la Independencia. La misma llegaría por votos externos, votos de personas que no van a ser participes de la misma. Así es un guame. Que se jodan los que viven allá (Puerto Rico) que yo comoquiera seguiré disfrutando de las ventajas de vivir en los Estados Unidos. Lo más preocupante es que ya sabemos de buena tinta que la mayoría de los que viven en la Gran Corporación son unos malagradecidos que aunque disfrutan de sus beneficios no quieren que nosotros lo hagamos. Nada, a la verdad que estos populares si no nos logran clavar con los votos de los valientes que nos hemos quedado aquí haciéndoles frente nos clavan con sus maquinarias externas. De eso Sila si dejo una gran obra.

Asoma el voto de nacidos en la Isla y viven en EE.UU.

Viernes, 10 de febrero de 2006

Por José A. Delgado end.delgado@elnuevodia.com

WASHINGTON - El congresista José Serrano, demócrata por Nueva York, advirtió ayer que le será cuesta arriba respaldar un proyecto de ley que regule un plebiscito sobre el futuro político de Puerto Rico si desde el inicio no se incluye un apartado que garantice, por lo menos, el voto de los puertorriqueños nacidos en la Isla que viven en Estados Unidos.

“Se me hace bien difícil apoyar un proyecto si el 'voto ausente' (el de los nacidos en Puerto Rico que viven en Estados Unidos) está excluido”, indicó Serrano en entrevista con El Nuevo Día.
Serrano, sin embargo, afirmó que los partidos Nuevo Progresista (PNP) e Independentista Puertorriqueño (PIP), que apoyan que el Congreso legisle este año tomando como base las recomendaciones hechas por un grupo de trabajo de la Casa Blanca, le han expresado que “no se oponen” a la participación de los nacidos en la Isla que residen en Estados Unidos.

De hecho, Serrano -el primer miembro del Congreso que se ofreció a ser coautor de un proyecto del comisionado residente en Washington, Luis Fortuño, que recoja las recomendaciones del informe de la Casa Blanca-, indicó que le hizo su advertencia el miércoles al presidente del PNP, Pedro Rosselló, durante una reunión en la que también estuvieron presentes el presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, José Aponte Hernández; la senadora Norma Burgos y el senador José Garriga Picó. También ha discutido el tema con el PIP.

“Rosselló me indicó que él no tiene problemas”, sostuvo Serrano. Esta semana, Aponte Hernández había descartado que se pueda incluir en la consulta a los boricuas que viven fuera de la Isla.

“No tengo problemas en que voten, siempre y cuando el voto pueda ser distinguido del resto de la población electoral, aunque sea contabilizado con el total de votos”, indicó, por su parte, el presidente del Senado de Puerto Rico, Kenneth McClintock, actualmente suspendido como candidato a la reelección por el PNP.

Según los datos más recientes del Censo federal, cerca de 1.44 millones de personas nacidas en Puerto Rico viven actualmente en Estados Unidos, dijo McClintock.

Indeciso Rodríguez Orellana

El secretario del PIP para Asuntos con Norteamérica, Manuel Rodríguez Orellana, por su parte, indicó que en el momento en que Puerto Rico vaya a tomar una determinación final debe buscarse la forma de que los boricuas residentes en el extranjero tengan participación.

Pero, no está convencido de que en la primera consulta que sugiere un informe de un grupo de trabajo de la Casa Blanca -en la que los residentes de la Isla decidirían si quieren o no cambiar su actual relación política y jurídica con Estados Unidos-, deba incluirse a los boricuas en este país.

“No debe ser una propuesta que detenga el proceso”, sostuvo Rodríguez Orellana, cuyo partido -anteriormente-, ha sugerido celebrar una consulta separada, como una especie de encuesta, para conocer qué piensa la comunidad boricua en Estados Unidos. “Esta primera consulta es a los residentes del territorio”, dijo Rodríguez Orellana.

Serrano promovió una enmienda en el 1998 destinada a permitir el voto de los boricuas en Estados Unidos, pero fue ampliamente derrotado (356 votos en contra y sólo 57 a favor). Para evitar ese desenlace, el congresista boricua cree que la iniciativa debe estar desde el inicio en el proyecto de ley que presente Fortuño o la persona designada para mover la legislación en el Congreso federal, quizá el republicano Richard Pombo.

El congresista Serrano, de hecho, ha simplificado también su propuesta. “Debe funcionar como el voto ausente que se acepta en Puerto Rico para militares, estudiantes, etcétera”, dijo Serrano, al indicar que debería surgir a través de una petición formal del probable elector, quien tendría que certificar a la Comisión Estatal de Elecciones que es un hijo natural de la Isla.

Para no complicar el procedimiento, Serrano, nacido en Mayagüez, no incluiría en la legislación a los hijos de los nacidos en Puerto Rico. Pero, tampoco cierra la puerta a que voten los nacidos en la Isla que viven en otras partes del mundo. “Si el boricua en la luna puede demostrar que nació en la Isla, yo no me opongo”, dijo.

McClintock, por su lado, tampoco descartaría abrirle la puerta al voto de los hijos de puertorriqueños que aunque no hayan nacido en la Isla han participado de los últimos eventos electorales de Puerto Rico y nuevamente viven fuera del territorio puertorriqueño.

Tradicionalmente, el PNP se ha opuesto al voto de los boricuas de Estados Unidos.

McClintock, de hecho, recordó que en 1990 fue el enviado de su colectividad a una audiencia del Congreso en el condado neoyorquino de El Bronx, en la que formalmente el PNP se opuso a la participación de los boricuas residentes en Estados Unidos.