2/24/2006

El costo del “alivio contributivo sin precedente”

De “sin precedente” lo único que tiene es el cantazo que le dará al bolsillo del pueblo. El que voto Popular ahora se lo tiene que chupar.

Presagiada una fuga masiva de dinero

Viernes, 24 de febrero de 2006

Por Miguel Díaz Román
end.mdiaz2@elnuevodia.com

La industria bancaria y financiera vaticinó ayer que de aprobarse la reforma contributiva del Ejecutivo, que propone la eliminación de las tasas preferenciales que aplican a los llamados ingresos pasivos, Puerto Rico experimentará una fuga masiva de capital local y una caída en las inversiones, que causará “un desastre” en la actividad económica del país.

Auguraron también la disminución de la capacidad bancaria de ofrecer préstamos comerciales e industriales y el aumento en los costos de hacer negocios para los empresarios. En general, los ciudadanos recibirán una penalidad sustancial por tener cuentas de ahorro, de acuerdo con representantes de ambos sectores que depusieron ayer en vistas legislativas sobre la propuesta reforma.

Los ingresos pasivos son las ganancias que los ciudadanos y las corporaciones obtienen cuando invierten dinero en vehículos financieros como certificados de depósito, acciones y bonos, entre otros.

Estos ingresos tributan actualmente a tasas contributivas más bajas que las tasas aplicables a los ingresos que genera el trabajo. Por eso se les llama preferenciales.

“Desaceleración económica”

“Esto será un desastre. Un descalabro económico. No habrá inversión que venga a Puerto Rico y la gente de aquí se llevará sus ahorros y las inversiones a los Estados Unidos”, dijo de manera vehemente Miguel Ferrer, el principal oficial ejecutivo de UBS Puerto Rico, que es la casa de corretaje más importante en la Isla.

“Todo esto apunta a que Puerto Rico padecerá una desaceleración económica si se aprueba esta propuesta de reforma contributiva”, agregó Ferrer.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Bancos, Rafael Arrillaga, y Arturo Carrión, vicepresidente ejecutivo de la entidad, opinaron que la economía de Puerto Rico estará “muy mal” con la reforma que propone el Ejecutivo.

No obstante, los ejecutivos no pudieron presentar ni estudios ni cifras precisas sobre cómo las inversiones pasivas han revertido en la creación de empleos y de nuevas empresas. “Ese estudio lo estamos haciendo ahora”, dijo el economista Juan Lara, quien asesora a la Asociación de Bancos.

También se mostraron preocupados por el posible aumento en el costo de vida y en el costo de hacer negocios que producirá el impuesto de 7% sobre las ventas, si se aplica a los servicios -como propone el Ejecutivo-, incluyendo algunos servicios financieros, y a determinados productos actualmente cobijados por arbitrios, como son el petróleo, la gasolina, autos, bebidas alcohólicas y los cigarrillos.

Y señalaron que los cambios contenidos en el proyecto de reforma del Ejecutivo fueron propuestos sin estimados de su impacto económico porque el gobierno carece de un instrumento para medir ese efecto.

Todos depusieron ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Representantes, presidida por Antonio Silva, quien adelantó que evaluará los argumentos de la banca y del Ejecutivo “para luego tomar una decisión”. Indicó que se buscará “una solución satisfactoria para ambos lados”.

Defensa a las inversiones pasivas

La propuesta de reforma contributiva del Ejecutivo propone que los ingresos pasivos tributen como si fueran ingresos producto del trabajo.

La propuesta del Ejecutivo reduce las tasas contributivas sobre ingresos. Ahora, la tasa máxima es de 33%. Si se aprueba la propuesta reforma, será de 29%.

Pero propone eliminar la tasa de 10% aplicable a los ingresos por inversiones en bonos, en fondos mutuos, por participaciones en empresas y en dividendos pagados por inversiones en acciones. También quita la tasa de 12.5% que se le impone a las ganancias de capital, que son las que genera la venta de activos como estructuras y empresas. En el proyecto se elimina, además, la tasa de 17% a los intereses sobre depósitos bancarios y de las cooperativas, así como la exención a los primeros $2,000 generados por intereses en cuentas de ahorro.

“El principal error de esta propuesta es que parte de una premisa falsa, que las inversiones pasivas no son productivas. Eso no es cierto. Yo no sé de dónde los economistas de Hacienda que hicieron esta reforma sacaron la información para justificar esa falsa premisa”, indicó Ferrer.

Agregó que eliminar las tasas preferenciales provocará que los ciudadanos se lleven sus ahorros e inversiones a Estados Unidos, donde la tasa por ingresos de dividendos y de ganancias de capital es de 15%.

En tanto, Carrión precisó que las inversiones pasivas, ya sean en cuentas de ahorros o en otros tipos de inversiones, son producto directo del trabajo.

Agregó que los bancos utilizan ese dinero para ofrecer préstamos, que luego revierten en inversiones en fábricas, maquinarias y nueva tecnología.

Señaló que entre el 1997 y el 2005 la banca ha ofrecido $55.4 mil millones en préstamos comerciales. Otros $50 mil millones se han invertido en préstamos hipotecarios, para un total que supera los $100 mil millones, dijo.

“Yo presumo que esas inversiones deben generar nuevos empleos”, indicó Carrión.
Ferrer, a su vez, sostuvo que sin capital nativo abundante no hay posibilidad alguna de crecimiento. “No hay economía en el mundo que haya logrado desarrollarse plenamente sin una base de capital, o sea, de ahorros e inversiones”, comentó.

Indicó que la reducción en las tasas de capital, que en los pasados cinco años se redujeron a 5% y otros incentivos, provocaron una repatriación a la Isla de más de $20,000 millones que estaban invertidos en Estados Unidos, que han estimulado la actividad económica local.

“En el 2004 esa reducción le generó $150 millones en ingresos para Hacienda y en el 2005 $400 millones”, dijo Ferrer.

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