4/17/2006

Eaaahhh!!!...

Yo creo que de esta botan a nuestro Ismael Fernández del Nuevo Día, jeje. Le acaba de caer a palos al “Gobe” y de que forma, jajajaja… Mejor no lo pudo decir.

Masoquistas pagan el 7%

Lunes, 17 de abril de 2006

Ismael Fernández
Periodista

El Gobernador es genial. En todos los países del mundo, ricos y pobres, la gente le huye al pago de contribuciones como el diablo le huye a la cruz; pero en Puerto Rico tenemos un gobernante único, un genio, que tiene a la gente discutiendo quiénes pagan más y quiénes pagan menos. Pero quieran o no, todos vamos a pagar.

Aníbal nos ha dividido entre los que quieren pagar más, un 7%, y los que pagarían el 4%, o un máximo de 5.5%, para que el 1.5% adicional sea separado para los municipios. Pero no, Aníbal lo quiere a su manera. Esto es, el 7% para él y la distribución la hará él sin objetar la tajada reservada para los municipios.

Los que quieren pagar más están en la categoría de masoquistas. Que gustan de ser castigados, los que se complacen cuando los hacen sufrir; a quienes el sufrimiento no les causa dolor. Cualquier diccionario define al masoquista con precisión.

¿Y quiénes pagan? Pues los de siempre, los contribuyentes. Los paganos. Los que tienen más y los que tienen menos. La alternativa es no comprar, pero nadie puede vivir sin comprar en esta sociedad de consumo.

Por años escuchamos a don Luis Muñoz Marín decirles a los puertorriqueños que en la Estadidad hay que pagar altas contribuciones y que el Estado Libre Asociado es bueno porque no hay que pagar contribuciones muy altas. Pero Aníbal desmiente a Muñoz Marín. La industrialización de Puerto Rico se realizó tomando de base la exención contributiva del Estado Libre Asociado.

Pero Aníbal... ¡Ay Aníbal! Estás rehaciendo la historia y a don Luis Muñoz Marín. Y la Operación Manos a la Obra que nos sacó de la pobreza, jamás pudo haberla contigo en La Fortaleza.

La exención contributiva nos trajo a lo que somos hoy. ¿Adónde nos llevará la imposición de contribuciones, como el 7% que quiere Aníbal? Los que resistimos, y bajo protesta accedemos a pagar hasta el 4% porque no tenemos más remedio, tendremos que pagar más caro todo lo que compramos hoy. Los alimentos que consumimos, si son elaborados, y las medicinas, si no las eximen, aumentarán el precio en un 7%.

Como si las cosas no estuvieran lo suficientemente caras. Por ejemplo, la gasolina nos cuesta 70 centavos el litro, y dentro de un mes dicen que subirá a 80; súmele el 7% de Aníbal... y siga sumando. No se quejen los masoquistas, porque ellos lo pidieron. Les gusta que le den.

Yo, yo me quejaré.

¿Por qué ese desbarajuste, esa hambre de dinero a costa del sacrificio de los consumidores, de seguir apretando a los contribuyentes, esa ansiedad del Gobierno de continuar sacando el dinero del bolsillo de la gente? ¿Por qué ese saqueo al País?

Sólo hay una explicación oficial. Y política.

Porque, dicen, existe un déficit grave en las finanzas. El Gobierno ha estado gastando más de lo recaudado.

Y si eso fue así en el pasado, ¿por qué Aníbal no corrige esa conducta de ‘manirrotismo’ y trata de poner la casa en orden? Si antes gastaron en demasía, ¿por qué Aníbal sigue gastando en exceso? ¿Es para eso que impone el 7%, para tener más dinero sacándoselo a la gente del bolsillo y así poder gastar más y más?

Por el amor de Dios, Aníbal, ten piedad de los gobernados. Después de todo, son seres humanos como tú. ¡Compadécete!

Mírate en el espejo de los doce años anteriores, ocho con Rosselló y cuatro con Sila. Entre ambos, dice Aníbal, acumularon déficit de seis mil millones, tres mil bajo Rosselló y tres mil bajo Sila. Son números que le dio Aníbal al País para explicar sus imposiciones.

Pero los números están incompletos, y merecen una explicación, porque Rosselló, en ocho años, hizo y dejó una obra que se ve, y como decía Muñoz Marín, se toca y se disfruta. ¿Y qué hay de Sila? En sólo cuatro años, tres mil millones en déficit. Y Aníbal tiene parte de esa culpa, porque formó parte de esa administración. Fue elegido con ella y sirvió para ella en Washington. ¿Dónde está la obra producto de esos tres mil millones deficitarios? Sencillamente, fue un déficit perdido en el recuerdo que no dejó nada que ver, ni tocar, ni disfrutar.

Si Aníbal tiene algo que decir de esa diferencia, el País merece saberlo.

De cualquier manera, el Gobernador no tiene culpa de la situación que debe enfrentar, aunque sea echándole la carga a los consumidores. Los masoquistas, tan conformes con el 7%, podrían hacer un sacrificio adicional y regalarle a Aníbal voluntariamente un porcentaje adicional. Que lo saquen de su sueldo, de su pensión o de cualquier otro ingreso, y se lo envíen por correo a la colecturía de su preferencia. O a La Fortaleza.

Ayúdenlo a aliviar el déficit que en su primer año ya lleva acumulado por más de $700 millones. Y sin obra. Ese es su déficit, porque anda en los mismos pasos de Sila.

Como aquella administración, a ésta le gusta gastar más de lo que tiene. Y los demás que paguen.

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