Por: Thomas Rivera Schatz
Secretario General PNP
Pronto culminaremos nuestro proceso de reorganización y comenzará el periodo preeleccionario que exigirá de nuestra colectividad preparar unos equipos electorales, de finanzas y políticos que mantengan la fuerza institucional del Partido Nuevo Progresista a unos niveles de ejecución y efectividad que permitan un triunfo electoral, sin depender exclusivamente de la persona que se convierta en el candidato a la gobernación, bien sea porque éste prevaleció en una primaria o porque logró el consenso, evitando la primaria.
Hace algún tiempo sugerí que los compañeros mencionados como potenciales candidatos a la gobernación de mi partido, iniciaran conversaciones con el fin de enfocar las prioridades e intentar lograr un consenso en todo aquello que sea posible. Mi propuesta fue interpretada equivocadamente por un compañero que "envalentonado" por las "encuestas" que le "prepararon allegados" esgrimía como argumento que los asuntos no se atienden en "cuartos oscuros y que no puede designarse candidatos con el dedo".
Recientemente, varios alcaldes y legisladores han coincidido que el mejor escenario sería resolver las candidaturas sin confrontación, con diálogo y la más amplia participación de nuestra base. Ello no implica que si hubiese más de un compañero o compañera interesado en aspirar se le negaría el derecho a primarias. La inferencia correcta es que se dialoga con la mejor buena fe, se intenta el consenso, pero se reconoce y respeta el derecho a las primarias no tan sólo para los aspirantes, sino que además para nuestros electores que siempre tienen la última palabra, con su voto.
Las encuestas, sondeos y proyecciones de hoy, pueden variar significativamente en el futuro. Esa ha sido la experiencia. De ahí nace el sabio consejo de Don Carlos Romero Barceló, "es temprano para hablar de candidaturas". En el 1992, Melo Muñoz, se proyectaba invencible, duplicaba los números de sus oponentes. Cuando llegó el momento de la verdad, se desinfló, desaparecieron sus "impresionantes ventajas en las encuestas" y perdió aparatosamente.
La historia política nos confirma que candidatos o partidos que ganan encuestas han perdido elecciones. La historia también nos ha enseñado que figuras que se proyectan como candidatos finalmente no aspiran y figuras que niegan intenciones de aspirar se convierten en candidatos.
Exhorto a nuestros afiliados a ser juiciosos al evaluar candidatos. Sólo debemos respaldar a quienes tienen un compromiso genuino con la colectividad, que es el instrumento para traer progreso y bienestar a Puerto Rico. No podemos convertirnos en otro partido colonialista.
Resulta ofensivo tener que soportar "analistas", "politólogos" y ciertos "expertos" recetándole a mí partido candidatos o fórmulas de triunfo, cuando esos mismos personajes no votan por nuestro partido, ni por nuestros candidatos. Peor aún, esos "comentaristas" son los que impulsan el candidato débil para luego aniquilarlo atacando su carácter, inexperiencia o cualquier otro defecto que pueda atribuírsele.
Mucho se ha hablado y tergiversado sobre el resultado de las pasadas elecciones.
Nuestro partido mejoró sustancialmente en términos de votos obtenidos cuando lo comparamos con la elección anterior (2000). Además del aumento en los votos del candidato a gobernador y voto íntegro, logramos en el 2004, el Comisionado Residente, los 6 Senadores por Acumulación, los 6 Representantes por Acumulación, 11 de los 16 Senadores de Distrito, 26 de los 40 Representantes de Distrito y 42 de los 78 Alcaldes. En el 2000 sólo logramos ganar el 40.54% de las candidaturas. En el 2004 logramos el 62.16%.
Pedro Rosselló obtuvo la mayor cantidad de votos en comparación con nuestro partido y cualquier otro candidato que aspiró a nivel estatal, a saber:
Pedro Rosselló 959,737
Luis Fortuño 956,828 (2,909 menos que Rosselló)
Partido Nuevo Progresista 926,619 (33,118 menos que Rosselló)
Si examinamos los resultados por papeletas, los datos son más impactantes.
Voto Integro Papeleta Estatal 926,619 (Gobernador y Comisionado Residente)
Voto Integro Papeleta Legislativa 786,476 (140,143 menos que el PNP) (Senadores y Representantes)
Voto Integro Papeleta Municipal 920,722 (5,897 menos que el PNP) (78 Alcaldes)
Observe que el total de la papeleta estatal y la municipal es bastante parecido. La diferencia que impacta es la que existe entre la papeleta estatal y la legislativa. Obtuvimos 140,143 votos menos en la papeleta legislativa. Comparemos votos entre senadores y representantes por acumulación.
A los candidatos por acumulación al Senado y Cámara, se les asignan precintos en pareja. Entiéndase que un candidato a senador y uno a representante van a acumular votos en los mismos precintos. La expectativa es que obtengan la misma cantidad de votos o una bastante parecida. Ello no ocurrió. Veamos. La candidata al senado Lucy Arce, acumuló en los mismos precintos que el candidato a representante José Aponte. El actual Presidente de la Cámara obtuvo 16,664 votos más que Lucy Arce. El senador Orlando Parga acumuló en los mismos precintos que Lourdes Ramos, y la representante obtuvo 11,729 votos más que el actual Vicepresidente del Senado. El Senador McClintock acumuló en los mismos precintos que el Representante Rolando Crespo, y el representante obtuvo 12,074 votos más que el actual Presidente del Senado. De Castro acumuló en los mismos precintos que la Representante Iris Miriam Ruiz y nuestra Portavoz de la Cámara, obtuvo 11,302 votos más que "Ñaño".
La legisladora por acumulación que más votos obtuvo fue Norma Burgos, rebasando por 17,957 votos a cualquier otro candidato. Quiero resaltar el hecho que ni Lucy ni Orlando ni McClintock o De Castro obtuvieron un solo voto adicional a los que produjo el partido. De hecho, obtuvieron menos votos que el partido.
Ofrezco estos datos para que nos sirvan de criterio –de guía– al momento de considerar quién atrae votos y quién no.
No olvidemos la elección de 1980. El candidato del PPD, Hernández Colón perdió por cerca de 3,000 votos. Regresó en el 1984, ganó por 53,750. En las elecciones del 2000, nuestros candidatos a las alcaldías de Salinas, Santa Isabel y Aguada perdieron por escaso margen. Regresaron en el 2004 y ganaron.
El pensamiento político y la opinión del elector cambian constantemente. Lo importante es que la estructura política esté saludable, fuerte, enfocada y que el candidato sea un verdadero líder, capaz de provocar ese cambio con ideas y posturas claras. El híbrido, lo gris, nunca provoca cambios o gana adeptos. Lo demás es materia de entretenimiento para "analistas" y "politólogos".
Si alguien tiene alguna duda sobre los numeritos dados por Tommy pueden corroborarlos en el siguiente “link”:
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