5/10/2006

Descansen en paz

No acostumbro poner esquelas de personas que han pasado a mejor vida, pero hoy estoy haciendo una gran excepción. Considero que el regalo de la vida que Dios nos ha dado es uno que viene con un soplo y se va con un aliento. Es en ese momento que nos damos cuenta de lo frágil y vulnerable que somos. Es en ese momento que nos damos cuenta que la vida es un gran regalo que Dios nos ha dado. Hoy un ser humano a quien siempre admire por su sonrisa; su sabiduría, su liderato, su fe en Dios, su dulzura y su ejemplo ha partido a morar a los brazos del Señor, mi tío, Reverendo José Luis Hernández (Pepe). Siempre estarás en mis recuerdos. Personas como tu son las que me instruyen a seguir hacia delante y defender eso en lo que creo. Descansa en paz tío.

Otra persona que admire por su dedicación y su deseo de seguir luchando por la vida también ha pasado a morar con el Señor, Soraya. Esta cantante nos dio un buen ejemplo de lo que un ser humano con Dios de su lado puede lograr. Su deseo de luchar ante la adversidad y su campaña en contra del Cáncer son cosas que nunca podremos olvidar de esta gran luchadora. Su hermosa voz seguirá siempre presente en nuestros corazones. Descansa en paz Soraya.


Carta de Soraya:

El camino no ha sido siempre fácil, sin embargo la esperanza, los sueños e ilusiones no han dejado nunca de estar presentes. Sueños de los cuales ustedes han sido cómplices incondicionales, algunas veces caminando a mi lado, cantando conmigo, o llevando mi mensaje de esperanza a esos lugares a los que físicamente no he podido llegar. Por eso, mil gracias.

Durante este tiempo juntos, las páginas de mi diario interno se han mantenido siempre activas. Algunas se han llenado con historias que muchos de ustedes han querido compartir conmigo por medio de e-mails o cartas, otras por experiencias vividas juntos y algunas más por pensamientos personales nacidos de su generosidad. De estas últimas páginas, he tenido el privilegio de compartir algunas en diferentes formas, mi página web, mis entrevistas, mis canciones, o en mis conciertos en donde sus aplausos alimentaban mi corazón. Últimamente estas páginas han dejado de ser internas y se han convertido en páginas compartidas, sólidas y llenas de sinceridad, creando un libro que espero sea la respuesta a muchas preguntas que no han sido aún elaboradas o contestadas.

El permitirme escribir mi historia me hizo confirmar que si bien las recompensas materiales son necesarias para el diario vivir, las recompensas espirituales son las que realmente me han permitido vivir ésta vida. Toda esa energía positiva, todo ese amor que un día logré compartir con ustedes lo he recibido siempre de vuelta multiplicado en un millón.

Gracias por abrir sus corazones a mi música, sin sus oídos mis canciones serían sólo un sueño. Mi arte ha sido siempre por ustedes y para ustedes. Espero que les permita sentir, pensar, apreciar, cuestionar, añorar y sobre todo, amar.

Mi jornada hoy día no es fácil, pero quiero que sepan que su apoyo incondicional ha estado siempre en mi corazón. No tengo duda que cada experiencia vivida, por simple o complicada que sea, ha contribuido a la sólida base de mi existencia y ha hecho que cada momento de mi vida sea especialmente importante. Como dije antes, he cumplido mi sueño y el día de hoy no puedo pedir más.

Mi misión empezó como un sueño y se convirtió en una realidad por ustedes. Hoy ha dejado de tener sólo mi voz y crece día a día por medio de las suyas. No importa si tuvimos la oportunidad de sonreír cara a cara o no, cada uno de ustedes ha sido y serán siempre una bendición para mí.

Mi historia física puede llegar a su fin, pero estoy segura que la que existe en el corazón de ustedes seguirá presente por la eternidad. Confío en que mi existencia dejará huella en la vida de ustedes beneficiando en un futuro a muchas mujeres y que la luz de mi vida iluminará la de muchas familias más. No hay dolor en vano porque la esencia de la vida consiste en trascender en los demás y en regalar el valor de mi experiencia y de mi lucha para hacer de sus días un mejor existir. Aun no alcanzamos la meta, pero se que día a día estamos mas cerca de ella. Hoy no pierdo esta batalla porque sé que lo que he luchado no es en vano, si no que ayudará a vencer una batalla mayor, la de la detección temprana y prevención de este terrible mal.

Ahora les toca a ustedes seguir con nuestra misión. Deseo de corazón contagiarles mi amor a la vida y que seas tú un canal que lleve a mucha gente este mensaje que puede salvarles la vida. Te pido comprendas la oportunidad que tienes ahora de prevenir un enemigo que puede acabar con tu vida.

¡No se dejen vencer! Hay mucho camino que recorrer y esta lucha vale la pena.

“...Cuando sólo escuchas el latido de tu corazón. Encontrarás entre su ritmo y el silencio la razón...”

Con amor

Soraya

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