8/22/2006

No lo digo yo, lo dice Ismael

La ambición acabará con Fortuño

Ismael Fernández
Periodista

21-Agosto-2006

Durante toda la semana pasada, y particularmente del jueves al domingo, el PNP fue el plato del momento en Puerto Rico. De la euforia carnavalesca, en un mundo de especulaciones políticas, al limbo de la incertidumbre en unas primarias de resultado impredecible, el PNP llegó y salió de su convención en Fajardo sin saber qué le espera para las elecciones del '08. ¿Y si a fin de cuentas no hay tales primarias, primarias para gobernador, porque, sobre la marcha, los líderes racionalizan y logran un acuerdo que evite el choque? Como suelen decir los veteranos que observan los acontecimientos con escepticismo, en política no hay nada escrito. U otros que predican que de política, nadie sabe nada.

Al borde del precipicio, tanto Rosselló como Fortuño pueden ponerse de acuerdo en que el rumbo que llevan los conduce al desastre, a los dos, ambos perdedores y ninguno ganador, y a la estadidad a una derrota segura. Cuando debía ser todo lo contrario.

Mientras, el enemigo común disfruta y espera. Estoy convencido que que Rosselló es derrotable y que Fortuño no puede ganar las próximas elecciones. El tiempo favorece a Fortuño, pero éste no es su momento. Le falta paciencia; necesita madurez y crecerse.

Cuando escribo el viernes la convención estaba abriendo los trabajos y hasta entonces tanto Rosselló como Fortuño, estaban cautelosos. Aunque parecían decididos.

Rosselló había dado el primer paso al frente anticipando que estaba disponible para lo que su pueblo le ordenara. Y la orden parecía ser que siguiera pa'lante. Y al frente, Fortuño que se mantenía firme en que irá a primarias si esa es la alternativa. La decisión de uno esperaba por lo que decidiera el otro.

Ya hoy lunes, cuando usted está leyendo, sabemos dónde estamos.

Una cosa podíamos anticipar el viernes, esto es, que la convención sería un éxito esplendoroso, algo nunca antes visto en la política puertorriqueña. Ningún otro partido político jamás acaparó de tal manera la atención pública del país para ninguna actividad interna. Hace un par de semanas el Partido Popular celebró su propia convención, la primera vez en su historia, y para muchos fue un rotundo fracaso, a pesar del interés que despertó a última hora la expectativa de un reto por el alcalde de Caguas, Willie Miranda Marín, al líder del partido. Todó resulto en un fiasco que contribuyó a deslucir el espectáculo.

El acto del PNP en Fajardo sin duda le dio la iniciativa política a ese partido y durante unas cuantas semanas seguramente la atención del país será centrada en lo que ocurra dentro del PNP. Seguramente la gente estará pendiente a la madurez que demuestren los dos líderes principales y cómo se desempeñarán de ahora en adelante.

Si logran desempeñarse a la altura de las necesidades del país, del partido y del ideal, habrán superado una crisis como ninguna en cualquier partido político en cualquier tiempo.

Y Aníbal que tome nota y comience a preparar la mudanza para entregar Fortaleza a su sucesor el 3 de enero de 2009. Pero si Rosselló y Fortuño optan por dirimir sus diferencias golpe a golpe en primarias, entonces Aníbal estará de fiesta y listo para juramentar su segundo término seguido y quizás el tercero y el cuarto, hasta que decida retirarse.

Una observación final, final, y va dirigida a Fortuño. Aprenda la lección de Aníbal Acevedo Vilá. Y de su paciencia y control de sus ambiciones.

Llegará donde quiera llegar y él llegó. Si se precipita, lo echará todo a perder.

La máxima aspiración de cualquier puertorriqueño, dentro o fuera de la vida pública, es alcanzar la gobernación de Puerto Rico. Y Fortuño tiene las condiciones para lograrlo. Pero éste no es su momento.

En unas primarias, Fortuño debe vencer a Rosselló. ¿Y qué? Todavía tiene que ganar las elecciones para alcanzar su meta.

Difícilmente lo conseguirá sin el apoyo de Rosselló. Y no lo tendrá. Ni tampoco para el 2012 si aún queda algo de Rosselló y los rossellistas.

El doctor Hernán Padilla vive para recordar que pudo ser gobernador, pero no podía pasarle por encima a Romero Barceló y terminó exiliado. Y repudiado. Tuve oportunidad de verlo junto con Manolo Marrero Hueca en su consultorio médico en Washington y estaba deslucido. A Fortuño le puede pasar lo mismo, aunque ahora parece un gallito, favorito para ganar las primarias.

Aníbal esperó con paciencia que Sila saliera de su camino. Esa espera le dio tiempo para madurar y su muy merecida ambición de ser gobernador.

Las próximas elecciones son el escenario para que Aníbal y Rosselló completen su desgaste y le dejen el camino franco al líder indiscutido del futuro. Por muchos años.

¿Por qué no ser el próximo presidente del Senado? ¿O de la Cámara?
El líder verdadero sabe esperar, madura y se crece. Luis Fortuño necesita madurar y crecerse. El 2008 no es el momento de Fortuno.

¿Palabras con luz de un fortuñista?, ¿consejos de un experto a un novato? o simplemente ¿su sentir del momento?, solo el tiempo dirá. Ismael es tal vez hoy por hoy el UNICO reportero abiertamente declarado Estadista y PNP así que leer esto de su autoría debe poner a pensar a cualquiera ya que el hombre sabe de política. No dijo nada que ya ambos líderes sepan y no quieran aceptar, tanto se necesita uno como el otro.

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